El Cabalo Galego do Monte es una raza de caballo autóctona que habita de manera salvaje los montes de Galicia a lo largo de toda su vida. Tiene una dieta natural, alimentándose de lo que ofrece el propio medio en el que vive. Es capaz de habitar zonas que van desde el nivel del mar hasta los mil metros de altitud, lo que provoca que posea unas características morfológicas determinadas adquiridas a lo largo de miles de años por su adaptación a la orografía y la climatología.
Esta iniciativa, que llegó a mi a través de Innuba, partía del Grupo de Investigación AF4 de la Universidad de Vigo, con apoyo de la Fundación Biodiversidad y tenía como objetivo la conservación y preservación del Cabalo Galego do Monte.
La propuesta debía responder a cuatro objetivos:
Para hacer este logo nos basamos en el ecosistema del monte galego. El monte es el origen, ese icono que siempre ha estado presente y que lo puedes contemplar como algo hermoso, grande.
Decidimos resaltar su línea en el horizonte con una línea sencilla que representa un lugar especial: El monte gallego.
Además, como el Proyecto usaba la innovación y la tecnología para cartografíar, escanear y analizar el entorno que rodea el cabalo galego, trazamos unas líneas verticales en cada cambio de rasante con la intención de mostrar un proceso, una forma de hacer.
Al finalizar la ejecución , con la representación sectorial frontal de una montaña, unimos las líneas inferiores a diferentes alturas, dando movimiento y tratando de recordar los fotogramas, al tratarse de un proyecto con carácter audiovisual.
Elegimos una tipografía sencilla que transmite seriedad, tradición, valor de lo que perdura en el tiempo como es el cabalo galego y el monte, pero que a la vez transmite modernidad, futuro, innovación y quitamos los espacios entre palabras para mostrar la necesidad de un valor como la unidad de las distintas sensibilidades y secciones que forman el monte, un ecosistema.
Era importante conseguir que el proyecto fuera fácilmente identificable e intentando solucionar la extensión del nombre del proyecto creamos el acrónimo que además está acoplado al diseño del logo: CGDM.
Trabajar en este proyecto de la mano de Innuba fue todo un placer. Ya había tenido la oportunidad de ver de cerca a esta raza de caballo en su entorno, por eso, cuando me lo propusieron, me encantó la idea. Destaco, sobre todo, la fase de documentación y de desarrollo creativo porque fue muy productiva, a nivel personal y profesional.
El logo me gusta porque tiene la versatilidad de ser adaptado en múltiples versiones y creo que reduce a la mínima expresión las palabras con las que empezamos el proyecto: Origen, Innovación, Ecosistema y Comunidad.